Durante una serie de audiencias del comité del Senado, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, enfrentó interrupciones repetidas de manifestantes pro-palestinos, quienes lo etiquetaron como un 'criminal de guerra' y lo acusaron de complicidad en genocidio. Las protestas, que tuvieron lugar mientras Blinken testificaba en el Capitolio, subrayaron las profundas divisiones y emociones acaloradas en torno a la política exterior de los Estados Unidos en el Medio Oriente, especialmente su apoyo a Israel. Los manifestantes, algunos con las manos manchadas de rojo para simbolizar sangre, hicieron sus acusaciones en voz alta, interrumpiendo los procedimientos y llamando la atención sobre su causa.
En su testimonio, Blinken condenó la reciente decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de buscar órdenes de arresto contra funcionarios israelíes, incluido el Primer Ministro Netanyahu, argumentando que la CPI carece de jurisdicción y criticando la comparación de funcionarios israelíes con líderes de Hamas como 'extremadamente equivocada'. Esta postura refleja el apoyo de larga data del gobierno de los Estados Unidos a Israel, una posición que ha sido frecuentemente criticada por grupos pro-palestinos y organizaciones internacionales de derechos humanos.
Los incidentes durante las audiencias del Senado resaltan la naturaleza controvertida de la participación de los Estados Unidos en el conflicto israelí-palestino y los desa…
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